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Del perro que me ama al vacío que me habita
Tiempo estimado: 8 min

Del perro que me ama al vacío que me habita

Una reflexión sobre el amor, el uso, la falta y la gracia

Luis Virrueta

Luis Virrueta

Especialista en Psicología de la Creencia

Más de 10 años ayudando a personas a liberarse de creencias limitantes y encontrar su autenticidad. Autor de la metodología "Psicología de la Creencia".

Vuelvo a casa. Mi perro me espera con la euforia de siempre. Corre, salta, me busca. Me dejo abrazar por ese momento: lo leo como amor. Lo siento como validación. Como prueba de que soy alguien para alguien.

Pero a los pocos segundos, en la grieta del entusiasmo, emerge una pregunta que cambiará todo lo que creía saber sobre el amor, la falta y la gracia...

01

El Punto de Partida

El perro que corre hacia mí

Vuelvo a casa. Mi perro me espera con la euforia de siempre. Corre, salta, me busca. Me dejo abrazar por ese momento: lo leo como amor. Lo siento como validación. Como prueba de que soy alguien para alguien.

Pero a los pocos segundos, en la grieta del entusiasmo, emerge una pregunta:

¿Me ama… o responde a una necesidad?

Y no tardo en ver que la pregunta, aunque comienza en él, no le pertenece.

No se trata de su amor, sino del mío.

¿Por qué necesito que me ame?

¿Por qué ese gesto suyo me reconforta, me da sentido, me devuelve a mí?

Lo que su conducta activa en mí no es solo ternura, sino una estructura mucho más profunda: la necesidad de ser reflejado, confirmado, devuelto.

Lo que amo en su amor —si es que podemos seguir llamándolo así— es lo que me devuelve de mí mismo. No es que lo ame porque él exista, sino porque me hace sentir que yo existo para él.

Y aquí ocurre el primer desarme:

El Primer Desarme

¿Ama lo que soy… o ama la función que cumplo?

¿Me ama él… o ama su propia necesidad cubierta a través de mí?

Este mismo patrón, con sus infinitas variaciones, lo repito en mis relaciones humanas.

02

El Primer Desarme

¿Me ama o ama su necesidad?

En la pareja, la amistad, incluso en los vínculos familiares, se repite esta pregunta disfrazada:

¿Qué parte de mí está siendo amada?

Mi inteligencia Mi belleza Mi disponibilidad Mi poder económico Mi dulzura Mi rareza

Y cuando el otro ama solo "eso", aparece la sospecha:

—¿Entonces todo lo demás en mí es prescindible?

—¿Qué pasa si cambio, si caigo, si ya no soy útil?

En ese momento, el amor comienza a sentirse como una validación condicional.

Y el drama se despliega:

Deseo que me amen por completo, "tal y como soy", pero incluso eso es imposible porque ese "yo" es un constructo.

Aquí llegamos a un punto crucial.

Quiero que me amen por mi "esencia", pero ¿qué es eso?

Cuando empiezo a desmontarlo, veo que ese "yo esencial" no es más que una construcción:

La Construcción del "Yo"
  • Un cúmulo de heridas, hábitos, respuestas, automatismos, poses, demandas sociales
  • Un eco de lo que los otros proyectaron en mí y que yo asumí como identidad

Entonces lo que el otro ama de mí no soy "yo", sino un reflejo, un eco con piernas, como lo dijiste de forma magistral.

Y más aún: el otro también es eco, también es trauma, también es ausencia disfrazada de forma.

03

El Eco del Amor

¿Qué parte de mí es amada?

Por tanto:

¿Cómo puede el eco amar al eco?

¿Cómo puede la falta amar a la falta sin convertir la relación en un eterno reclamo?

04

El Dolor de Fondo

Nisargadatta y la vibración constante

Aquí aparece lo que Nisargadatta Maharaj llamaba el dolor de fondo.

Ese malestar constante, esa incomodidad que persiste incluso cuando todo parece ir bien.

No desaparece con el amor, ni con el éxito, ni con la iluminación "mental".

Nisargadatta Maharaj

"El dolor de fondo es la vibración misma de la existencia condicionada."

Y lo que hacemos casi siempre es huir de ese dolor, disfrazarlo con espiritualidad, proyectos, vínculos intensos, o la euforia de "estar sanando".

Pero es todo parte del mismo juego.

05

De la Gravedad a la Gracia

Simone Weil y la interrupción

Simone Weil articula esto de forma conmovedora.

La gravedad es esa fuerza que nos hace repetir, desear, buscar al otro como salvador.

La gracia, en cambio, no se produce. No es voluntad.

Es lo que desciende cuando dejamos de llenar el vacío.

Gravedad

La fuerza que nos hace repetir, desear, buscar al otro como salvador

Gracia

Lo que desciende cuando dejamos de llenar el vacío

"La gracia no es una recompensa. Es una interrupción."

— Simone Weil
06

Habitar la Falta

Del vacío al espacio fértil

La falta ya no es vacío angustiante, sino espacio fértil.

Ya no es lo que hay que rellenar, sino el lugar desde el cual puedo estar sin necesitar justificarme.

Y desde ahí, cualquier relación que surja ya no es demanda, sino regalo.

Antes

El perro como prueba de que soy alguien
La pareja como refugio del dolor
El mundo como teatro de mis carencias

Después

El perro simplemente es
La relación como regalo
El mundo como espacio de encuentro

No busco que el perro me ame.

No busco que el otro me confirme.

Ya no me niego a la falta.

La miro. La habito. La dejo estar.

Y al hacerlo, ocurre lo que Simone Weil llamaría gracia.

No como éxtasis. No como revelación. Sino como ligereza.

Una ligereza que no necesita ser amada porque ya no es carga.

"La falta no es algo que deba superarse.
Es el portal por el cual lo real puede entrar sin máscaras."

— Luis V.
02

El Primer Desarme

¿Me ama o ama su necesidad?

Lo que su conducta activa en mí no es solo ternura, sino una estructura mucho más profunda:

La necesidad de ser reflejado, confirmado, devuelto.

Lo que amo en su amor es lo que me devuelve de mí mismo

No es que lo ame porque él exista, sino porque me hace sentir que yo existo para él

¿Ama lo que soy… o ama la función que cumplo?

¿Me ama él… o ama su propia necesidad cubierta a través de mí?

Este mismo patrón, con sus infinitas variaciones, lo repito en mis relaciones humanas.

03

El Eco del Amor

¿Qué parte de mí es amada?

¿Qué parte de mí está siendo amada?

Mi inteligencia
Mi belleza
Mi disponibilidad
Mi poder económico
Mi dulzura
Mi rareza

Cuando aparece la sospecha

¿Entonces todo lo demás en mí es prescindible?

¿Qué pasa si cambio, si caigo, si ya no soy útil?

El Gran Drama

Deseo que me amen por completo, "tal y como soy", pero incluso eso es imposible porque ese "yo" es un constructo.

¿Qué es mi "esencia"?

Un cúmulo de heridas, hábitos, respuestas, automatismos, poses

Un eco de lo que los otros proyectaron en mí y que yo asumí como identidad

La Pregunta Final

¿Cómo puede el eco amar al eco?

¿Cómo puede la falta amar a la falta sin convertir la relación en un eterno reclamo?

04

El Dolor de Fondo

Nisargadatta y la vibración constante

Nisargadatta Maharaj

Aquí aparece lo que llamaba el dolor de fondo

¿Qué es este dolor?

Ese malestar constante, esa incomodidad que persiste incluso cuando todo parece ir bien

No desaparece con el amor, ni con el éxito, ni con la iluminación "mental"

El dolor de fondo es la vibración misma de la existencia condicionada.

— Nisargadatta

Nuestros Intentos de Escape

Espiritualidad
Proyectos intensos
Vínculos adictivos
Euforia del "estar sanando"

Pero es todo parte del mismo juego.

05

De la Gravedad a la Gracia

Simone Weil y la interrupción

Simone Weil

Articula esto de forma conmovedora

La Gravedad

Esa fuerza que nos hace repetir, desear, buscar al otro como salvador

La Gracia

No se produce. No es voluntad. Es lo que desciende cuando dejamos de llenar el vacío

La gracia no es una recompensa. Es una interrupción.

— Simone Weil
06

Habitar la Falta

Del vacío angustiante al espacio fértil

La falta como vacío

Lo que hay que rellenar, lo angustiante, el problema

La falta como espacio fértil

El lugar desde el cual puedo estar sin necesitar justificarme

La Nueva Realidad

El perro ya no es prueba de que soy alguien

La pareja ya no es refugio del dolor

El mundo ya no es teatro de mis carencias

Y desde ahí, cualquier relación que surja ya no es demanda, sino regalo.

07

Epílogo

La ligereza que no necesita ser amada

No busco que el perro me ame

No busco que el otro me confirme

Ya no me niego a la falta

La miro. La habito. La dejo estar.

Y al hacerlo, ocurre la gracia

No como éxtasis. No como revelación.

Sino como ligereza.

Una ligereza que no necesita ser amada porque ya no es carga.

La falta no es algo que deba superarse.
Es el portal por el cual lo real puede entrar sin máscaras.

— Luis V.

Etiquetas:

Amor Vacío Existencial Psicoanálisis Filosofía Simone Weil Nisargadatta Transformación Personal Gracia

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